Futbolistas peruanos en las grandes ligas

De ser considerados al igual que nuestra gastronomía, ya estarían en Barcelona o Madrid.

Perú es un país mega diverso. Conocido mundialmente por su cultura, riquezas arqueológicas, música, gastronomía y últimamente por el deporte.

No soy la única que pensó que al clasificar al mundial Rusia 2018, luego de 35 años la gran mayoría de futbolistas que integran nuestra selección dejaría de ser parte del torneo local, y tendrían una gran carta de equipos extranjeros a los que tranquilamente podrían pertenecer.

El fútbol peruano siempre se distinguió por el buen toque de la pelota, por el buen manejo del partido pese a las circunstancias y que lastimosamente con el pasar de los años ese juego a ras de cancha se fue diluyendo.

Pasamos de no figurar en ningún lado a posicionarnos en el puesto 10 en el último ranking Fifa.

Una generación de muchachos que oscilan entre los 22 y 35 años. De Wilder Cartagena al ‘’Mudo’’ Rodríguez existe una gran capacidad y un proceso de preparación muy exigente. El que hoy les permite jugar a la par con cualquier futbolista del mundo y no ‘’achicarse’’ cuando un apellido reconocido o simplemente el denominado como el mejor del mundo se encuentra en el campo.

Hay un once titular que ya demostró ser el mejor cuando se lo propone, que el sudor excesivo y la sangre que cae continuamente por su rostro, tras un choque por pelea de no perder el balón pasen a segundo plano cuando el objetivo es sacar un resultado que le dibuje una sonrisa blanca en los labios rojos a la hinchada que los apoya sin parar los 90 minutos del encuentro.

Entonces, ¿Por qué la mayoría no se encuentra jugando en alguno de los mejores cinco equipos de la grandes ligas europeas? ¿Qué tan cierto es eso que dicen que ‘’Si Paolo Guerrero fuera argentino ya estaría jugando en el Barcelona’’?

La única excepción actualmente vista y absolutamente merecida es la del lateral derecho, Luis Advíncula. El defensa que pertenece a uno de los equipos de la primera división de España, el Rayo Vallecano de Madrid. Luis, considerado el más rápido del mundo, es el único al que le favoreció el buen momento por el que está pasando la selección peruana.

Como Luis Advíncula circulan nombres de otros deportistas con un alto nivel de competencia, que fácilmente podrían vestir la camiseta de un club que se encuentre fuera de Latinoamérica.

Paul Pogba, Javier Mascherano, Luka Modric e incluso el brasileño estrella, Neymar Junior aplauden y elogian el juego de los peruanos. Destacan su empeño, unión y compromiso para sacar adelante un encuentro así el resultado no les favorezca.  

Nuestro país sigue avanzando. Siendo reconocido mundialmente tanto por cosas positivas como negativas. Si hay peruanos en cada rincón del mundo, ¿Por qué no puede haber un futbolista peruano en cada país de el?  ¿Qué negocio tienen que hacer los representantes de estos mundialistas para que sus asociados salgan y jueguen en el mismo equipo que Kylian Mbappé? Porque el talento, el potencial, sobre todo la etiqueta ‘’Made In Perú’’, ya la tienen. 

RECUERDOS DE FÚTBOL

Domingo 17 de febrero, 10 a.m.

Las redes sociales empezaron a colapsar, algunos mensajes empezaron a llegar y la publicación de un amigo con mucha tristeza (mi papá) me terminaba por confirmar la noticia que me tomaba un poco de trabajo creer. El fallecimiento de un crack, de un hijo del fútbol y uno ídolo para muchos, sobre todo para los que somos amantes de buen fútbol, Carlos ‘’Kukín’’ Flores Murillo.

Puedo decir que, en menos de 24 horas de su partida, he logrado leer anécdotas, observar videos de sus mejores partidos, comentarios positivos como negativos de lo que fue dentro y fuera de las canchas. Fue entonces cuando me pregunté – ¿Quiénes somos para juzgar?-

 Nosotros que vivimos en una sociedad tan manchada de malos hábitos y mucha falta de educación. ¿Dónde está la sensibilidad con el prójimo? Fuera de los errores que una persona puede cometer en su vida personal, pienso que debe ser tratada con el mismo respeto que cualquier otra al momento de su fallecimiento.

Recuerdo perfectamente la vez que conocí a ‘’Kukín’’. Fue en un partido de la Super Liga Fútbol 7 donde jugaban los ‘’Masters’’ del fútbol peruano. Mi papá dirigía al Sport Callao y ese día era la semifinal entre el anteriormente mencionado con Universitario de Deportes. Yo, me encontraba sentada en la banca de suplentes viendo el calentamiento y justo llegó Carlos. Todos lo saludaron con cariño. El abrazo que le dio a mi papá fue único. 

Luego se acercó con mi padre y me dijo:

 -‘’Sobrina, ta’ que eres la misma figurita repetida de tu viejo’’-

Yo solo atiné a sonreír y decirle;

 –‘’Gracias tío’’-

Inmediatamente se dio la vuelta y le grito al equipo:

 -‘’Sáquense la mierda, por mi Boys’’’-

Ese día pude notar en sus ojos cierta tristeza de no poder jugar (por su estado, muchas veces el mismo  se había declarado enfermo). Pero nunca dejo de apoyar al equipo. Tampoco perdió la picardía para sacar un chiste preciso en el momento más inesperado. Aún guardaba un poco de alegría para sus días difíciles.

Ojalá ‘’el mejor 10’’ siempre sea recordado como mi familia y yo lo guardamos en nuestra memoria. No como ‘’el que pudo ser’’, sino por todo lo que hizo. Los tiempos de Dios son perfectos, y solo él tiene algo reservado para nosotros.

Un abrazo de gol hasta el cielo tío ‘’Kukín’’. Ahora estas con mi ángeles blanquiazules (los difuntos del Fokker). Que Dios te tenga en su gloria.

Solo les quiero pedir que valoren la vida. Cada momento en familia, con sus amigos y con las personas que consideran importantes, aprécienlos mucho. Nunca dejen de sonreír. Sean ustedes mismos siempre, hasta que su esencia quede marcada en los que los rodean. Luchen por sus sueños hasta que sean recordados por lograr aquello que tanto anhelaban.                                                    

 La vida es hoy, y los momentos son ahora. Dejemos de postergar cosas, de decirnos cuantos nos queremos, de vivir en rencor. Como siempre me dice mi mamá: -‘’Esta vida es prestada y uno nunca sabe hasta cuándo estaremos aquí’’-.

 

Aquí una foto de dos amigos que pronto se volverán a encontrar.

A mi Papá: ¡No estas perdiendo amigos, estas ganando ángeles!