domingo, 6 de agosto de 2017

ESTADIO LLENO, CORAZÓN CONTENTO

Puedo escribir miles de cosas acerca del partido de ayer. Y tal vez caeré espesa y muchos dirán: - ‘’La flaca solo escribe sobre Alianza’’-. Pero  que buena manera de regresar a escribir, hablando del equipo de mis amores. Anoche, Alianza Lima se jugaba el partido más importante de local. Ganando este partido contra la Universidad San Martín de Porres, ya se encontraría casi casi abrazando la copa de campeón del Torneo Apertura.

A lo largo de mi vida he visitado Matute infinidad de veces. Pero a medida que fui creciendo mi visita no era tan constante, por lo peligroso que se volvía a los alrededores y porque a mi familia se le complicaba el acompañarme. Sé muy bien que el hincha no se mide por las veces que va al estadio, sino porque nunca abandona a su equipo, así como muchos de ustedes.

Toda la semana pasada (consciente de que era el último partido de Alianza de local), yo sabía que tenía que ir, esa fiesta no me la podía perder. Consultando en mi familia si alguno me podía acompañar al estadio, con tristeza me contestaron que no. Para ello, en el trabajo, mi amiga no siendo hincha de Alianza, me dijo:- ‘’Sé lo importante que es para ti, así que vamos’’-. No nos importó el riesgo que podíamos correr, y bueno la vida está llena de ellos.
Camino a Matute, ya conversando con ella de las tomas que haríamos para la página del trabajo, las alineaciones y las expectativas para el partido, me interrumpe y me dice: -‘’Anita, es la primera vez que iré a Matute’’-, yo solté una carcajada y le dije: -‘’ Hoy te vuelves Aliancista’’-.

Una vez que llegamos al estadio y las tribunas se iban vistiendo de azul y blanco, me encontré con varios amigos, personas que hacía tiempo no veía y me reconocían de niña. Abuelos, padres e hijos llegaban vistiendo su camiseta. Mi amiga miraba asombrada y me decía: -‘’Que hermosas las familias’’- y yo le respondía: -‘’Es que esto es Alianza Lima’’-. Recordé que al salir de casa tuve una pequeña discusión con mi papá. Es que yo tenía mi camiseta puesta y el al verme me dijo: -’’ ¡Vas a trabajar, lo siento pero hoy no eres hincha!’’- y yo le respondí:- ‘’Papito, no puedo, es mi cábala, además encima me pondré mi casaca, nadie lo notara’’-. Mi papá no pudo conmigo, salí con mi gusto, debajo de la casaca tenía mi camiseta.

-‘’Que hermoso esta Matute’’- Era lo que repetía una y otra vez (me disculpo con mi amiga porque creo que fue lo que más escucho anoche). Mi asombro era porque poco antes de iniciar el partido el estadio estaba lleno en su totalidad. Sur y Oriente estaba lleno desde las 7:00 p.m. Creo también que nunca en mi vida recuerdo haber estado en un partido de Alianza Lima así. Con todas sus tribunas abarrotadas de gente blanquiazul y todos alentando con una misma emoción.

Cuando comenzó el partido, no me pude contener. Me contagie de la alegría de la gente, así que me quité el carnet de prensa, lo guarde en mi bolso, me abrí la casaca y con el pitazo de inicio grité: -‘’ ¡ARRIBA ALIANZA!’’-                                                                                                    
En el entretiempo, el partido se encontraba 1-1, mi amiga me miro y me dijo:- ‘’Que picante’’-. Yo la miré y le dije: -‘’Esto va acabar  3-2, te vas acordar de mí’’-. Ya en el 2-1, muchos en Occidente perdían las esperanzas. Unos insultaban, otros se miraban como si hubieran perdido todo. Quedaban ocho minutos, ocho minutos para hacer todo lo que se pudiera. Y en el minuto 6’ aparece un Aguiar que demostró tener el corazón blanquiazul y nos hizo vibrar. La hinchada ya no se sentaba, puedo decir que Occidente parecía Sur, todos alentaban. Ya en los suplementarios, yo no dejaba de ver el reloj, de mirar al cielo y decir: -‘’Tenemos que ganar, mi estadio está muy bonito, por favor’’- y en el último minuto del suplementario, aparece Gonzalo Godoy para de un cabezazo devolverle la alegría a todo un pueblo blanquiazul que desde las tribunas festejaba.





Pueden ser los goles que más grité en toda mi vida. Los que más celebré abrazada de personas que no conocía y tal vez no vuelva ver, pero sé que son grones como yo. El partido donde vi a miles de hinchas llorar de emoción y salir por los pasajes del estadio cantando: -‘’CORAZÓN ALIANZA LIMA, CORAZÓN PARA GANAR, A LA VICTORIA VOLVEREMOS PARA VERTE CAMPEONAR’’-.

Tal vez, no fue la mejor actuación de Alianza Lima en el campo, siendo conscientes les falta muchísimo. Pero de algo si estoy muy segura que esta es su mejor versión, que corazón es lo que sobra. Falta muy poco para llegar al título y pase lo que pase, espero volver a visitar Matute e irme feliz porque lo vi así de lleno.



Nos vemos en Cutervo…

1 comentario:

  1. Una linda experiencia. Feliz por ti amiga! Sigue así llegarás muy lejos <3

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